sábado, 1 de agosto de 2009

LA MEDICINA NO SIEMPRE CURA, PERO ALIVIA EL DOLOR (Parte 3)

Al ver esta dama, tan ataviada, provocativa, con ese vestido tan singular, y ESAS PIERNAS, indudablemente, me incitaron a acercarme.

A pesar de las constantes vueltas en mi adolescencia, sobre todo a manzanares, jamás había preguntado directamente el costo de los servicios a una sexoservidora. Siempre se nos habían acercado Aa mi amigo y a mí, tocándonos nuestras partes nobles, incitándonos a estar con ellas, acompañándola de su clásica frase …. Vas, vas..

Al estar a su lado, inmediatamente le dije:

  • ¿Qué onda, cuanto?

Ella, sin miramientos volteo y me miro:

  • Son ochenta pesos mas 20 del hotel.
  • ¿Y me harias eso de las películas?

Creo que mi tono de voz reflejo claramente mi estado de nerviosismo, así como mi nula experiencia en estos menesteres del sexoservicio, pues con una sonrisa bastante picara, que aun al paso del tiempo recuerdo me dijo:

  • ¿Eres quinto verdad?
  • S..ii
  • ¿Qué te refieres con eso de las películas chiquito?
  • Eso que hacen con la boca en el pene

Se me quedo viendo fijamente, dejando escapar otra sonrisa:

  • Mira te cobraría treinta pesos mas.
  • Ok linda.
  • Sígueme mi amor

No sé de donde saque fuerzas para caminar, para haber dicho lo que dije, pero ya estaba encaminado, nerviosos, sentía ganas de vomitar y de correr, todo al mismo tiempo. Al otro lado, los curiosos que siempre se apostan en el puesto de las bicicletas, observaban, y una pareja que pasaba, me vio de reojo, de una forma acusatoria, pero voltea al frente, a donde iba la fémina, cuyo nombre de batalla, ha quedado en el olvido.

Entre al Hotel, ese que solo recuerdo el color rojo pegándole a morado, y a su entrada, varias chicas salían del lugar, seguidas por otros hombres, observe el lugar, olia fuertemente a humedad, se veía medio sucio, decaidon, al fondo una escalera, tenia dos pisos, pero la verdad no se que onda, pero entre mí no quería que me tocara arriba.

  • Paga el cuarto- me dijo la mujer en cuestión, con un tono más secón.
  • S..iisi

Era un manojo de nervios, de repente deseaba correr, pero mi mente empezó brevemente a divagar, a recordar a Soraya, y fue que me quede de pie.

  • Sígueme - Me volvió a indicar la chica

Yo simplemente asentí, afortunadamente, nos pasaron al primer cuarto de abajo, casi entrando al hotel. Al entrar, no puedo negar que mi sensación con el lugar fue de desagrado, estaba pintado de amarillo, pero se veía poco aseado, la cama era un catre, al fondo un baño que la verdad no me daba desde lejos nada de confianza, lo único agradable y hasta cierta parte incitante, era un espejo que estaba a lo largo del cuarto, como un leve mosaico, y que consideró, dejó mella en muchas de mis practicas, pues me excitó mas frente a uno de estos objetos en el fino arte de ir de putas.

Los nervios me comían, estaba de frente, con una mujer, en un cuarto, por ese momento, Soraya y Lisa, no me abordaban la cabeza, pero los nervios me comían.

  • Quítate la ropa- me ordeno, misma acción que realice con cuidado, ningún mueble me daba confianza, más que una silla, que es donde finalmente puse mis cosas, sin embargo la chica mostraba mucha prisa.

Sorprendido por tal actitud, vi como la chica se quitaba la ropa, PERO SOLO LA FALDA, eso me dejo aun mas extrañado, finalmente, la había escogido por su cara, sus piernas y ese par de senos firmes y grandes, pero veía con un poco de disgusto no se iba a quitar su blusa.

  • Oye, no te vas a quitar tu blusa – le pregunte con bastante ingenuidad.
  • Si quieres amor que me la quite, son treinta pesos más- me respondió.

Realmente, me sentí decepcionado, me pego un poco el hecho, de inmediato, en menos de tres segundos, me ubico en mi lugar, yo estaba ahí, PAGANDO POR SEXO, por MI PRIMERA VEZ y por que no, POR OLVIDAR, pero al fin y al cabo, esto es negocio, sin embargo creo que la chica se dio cuenta de mi estado y me dijo:

  • Para que veas que soy buena onda, me quito la blusa, pero me dejo el top eh- me dijo con una breve sonrisa.
  • Gracias – le conteste con una voz titubeante.

Pero la verdad, estaba temblando como gelatina: respiraba rápido, mis manos sudaban fría y copiosamente, mi mente se extasiaba con esas piernas, pero al ver el top, sentía un vacio en mí estomago, se me acerco y me ordeno:

  • Acuéstate
  • Espérame linda, por favor – le conteste.

Deseaba correr, talle mis manos contra mis piernas, secando el sudor, pero a la misma vez, deseando quedarme, le sonreí y le dije.

  • Estoy muy nervioso, es mi primera vez, espera.

Ella tranquilamente, procedió a encender un cigarro, y meneo la cabeza, como indicando que no creía tanta torpeza, no le preste tanta atención.

  • Acuéstate – Me volvió a ordenar.
  • Si linda, ¿me vas hacer lo de las pornos?- le pregunte, con una voz entre miedo y excitación.
  • Si amor, pero acuéstate ya- volvió a referirme.

Procedi acostarme, no deje caer mi cabeza en el catre, la verdad, me daba asco un poco el catre, ella, procedió a manipular mi miembro, empezó a masturbarme muy leve y de inmedito me quiso colocar el preservativo.

  • No así no la hacen en las pornos, linda, andale, hazlo sin el condon si.

Es bien sabido que en ese tiempo, se consideraba que no había más enfermedad que se pudiera transmitir por la vía oral, que la sífilis y la gonorrea, ambas curables, la verdad, era lo que menos me importaba, de joven, es cierto que nos consideramos de hule, invencibles, pero en verdad, lo que estamos es bien pendejos. Ahora se que me arriesgue mucho por esta acción, puesto que ocurrió lo siguiente:

  • Ay amor, pero..
  • Ándale, ¿se buena onda si?- y su servidor estúpidamente retiro el condón de su pene.
  • Ay, está bien, pero solo porque soy buena onda eh- me dijo ella con una sonrisa.

Así, esperaba recibir mi primer oral, por el espejo, coloque mi cabeza de manera que me permitiera ver por el espejo como me lo iba hacer, y fue que sentí el contacto de sus labios con mi pene, me vi aprisionado por su boca, bajando y subiendo lentamente por el cuerpo de mi tallo, que a esas alturas ya estaba completamente erecto. Era una experiencia realmente placentera, hasta ahora, solo dos veces la he sentido en mi vida, y esta dama en cuestión es la que mejor lo a logrado hacer, recorría mi pene y mi glande lentamente, con cariño, yo ya no pude ver mas, pues por la sensación tan fuertemente agradable, deje caer mi cabeza en el catre y emiti una respiración entrecortada de placer, tan real, que incito a mi compañera a entrar con mas enjundia en el movimiento.

Sentia jalones en mis testículos, indicador de que quería acabar, pero yo no quería, era una sensación agradable, muy agradable.

Sin embargo, como las cosas buenas de la vida, duran poco, cuando la oí decir.

  • Ya amor, fue suficiente.
  • No linda, síguele amor- yo deseaba que ella continuara, era agradable, demasiado, sin quererlo, le estaba pidiendo acabar en su boca, una fantasía que lograría muchos años después.
  • No, es que ya se te va acabar el tiempo, ya dame

El oír esas palabras, me volvieron a situar en donde debía estar, así que deje que la lindura me colocara el condón, pero la verdad, lo hizo con un desgano, una falta de atención, tan contraria a las sensaciones que hace un rato estaba teniendo, que desee acabar pronto, sin embargo, de repente, me vino el instinto de curiosidad y robot, pues empecé a seguir instrucciones.

  • Ven debes de ponerte encima de mi- me ordeno

Luego de ello, se oi tan mecanico, pero no sabia ni sentía donde colocar mi pene.

  • ¿Dónde va?
  • Espera- viendo hacia arriba, coloco mi pene donde debía ir.
  • ¿Y Ahora?- le pregunte
  • Pues muévete- me ordeno con algo de desgano, al mismo tiempo tomo su encendedor y otro cigarro de la caja que tenia al lado suyo sobre del catre.
  • Pero ¿Cómo?

Al oir mi voz, como que le cayo nuevamente el veinte, yo nunca había estado con una mujer, las pornos veía que la dama hacia todo, pero yo no sabia que uno debía moverse, por lo que me indicó.

  • Empuja tu cadera contra la mía, y luego saca un poco, y así te sigues, nada mas no te me vayas a dejar caer el cuerpo encima.
  • OK- le dije.

Procedí a realizar lo que esta dama me indicó, y empece a sentir, un placer, rico, salió un gemido de mi ser, me movía cada vez más rápido, era realmente una sensación agradable.

Pero la dama en cuestión, veía al techo, con cara de pensar en otra cosa, de que no estaba conmigo, y yo al verla, fumando, sin prestarme atención, me sentía decepcionado, sin embargo, el placer aumentaba, así que me movi mas rápido, y con alegría, oi claramente como se le escapaba un gemido de su ser a esta dama.

  • Yo soñé con esto linda, yo soñé con esto- le decía,con mi voz entrecortada.
  • Si claro, tu sigue.

Ella contuvo otro gemido, y siguió fumando, sin embargo, por alguna extraña razón, yo no podía terminar, así, la dama en cuestión, me dijo.

  • Apúrate, se te está acabando tu tiempo.
  • Pero es que no puedo acabar.
  • No si puedes, concéntrate- esto me lo dijo con una firmeza, que más que encenderme, me hizo seguir y le pregunte.
  • Oye no se puede hacer otra cosa, un cambio de formas- le pregunte
  • ¿Posiciones? Si claro, son treinta pesos por cada una.
  • No, mejor seguimos así- le dije resignado.

La verdad, me sentía disgustado conmigo, y con ella, yo por no llevar el suficiente dinero, y ella por la actitud que tenía hacia mí.

Vi su pecho, cubierto, alcance a besar su escote, ella no dijo nada, pero claramente se veía que le urgía que yo acabara, pero yo no podía, me dijo que me concentrara, pero mi pregunta interna era¿en que? ;¿En ella?, ¿en el acto?, la verdad en ese momento no entendía. Irremediablemente ocurrió lo que tenía que pasar, el tiempo se acabo y yo no pude acabar.

  • Ya mi amor, se acabo, se acabo tu tiempo- al decir esto, ella se aparto de mí, yo me sentía raro, frustrado por no poder acabar.
  • Ayúdame linda, ¿qué hago?
  • Ya me porte muy bien contigo amor, no puedo hacer mas, ve al baño si quieres.

No entendía que quería decirme con ir al baño, pero al paso del tiempo, y platicas, comprendí después que debía en ese momento acabar por mi cuenta, pero por lo sucio del baño, la verdad decidi no ir.

Me vestí, la veía de reojo, desinteresada, haciendo lo mismo rápidamente, yo decidí irme al lado de la silla, y veía como ella se colocaba su falda, su blusa y se peinaba un poco.

  • Gracias- le dije
  • De nada- me reviro, con una sequedad profunda.

Finalmente, ella me dijo que yo saliera primero, y que cuando quisiera, ya sabía dónde encontrarla, la verdad, lo único que quería era salir corriendo del lugar.

Sin voltear atrás, salí del Hotel, ya eran casi las diez de la noche, voltee nerviosamente a los lados y salí despedido del lugar, al cruzar la banqueta, "los mirones" que siempre están del lado contrario del Hotel, se me quedaron viendo, unos con cierto recelo, otros como con asco y otros con sonrisa, yo mas que ver sus caras, vi que no me fuera a seguir alguien, a paso veloz, llegue al metro merced, y después de ello, respire mas tranquilo, mucho mas tranquilo.

De ahí, fui a Moctezuma, a tomar una de las combis que me dejaran por mi casa, no había más que micros y aborde uno, en el camino, note algo en mi, después de relajarme, mis pensamientos de autodestrucción, los dirigidos a Soraya y lisa, se habían esfumado, me sentía, raro, mas… seguro, extraño, por un momento, creo.. Olvide todo lo malo, y había obtenido lo que quería, …perder mi quintez.

Sin embargo, en el camino, empecé sentir una comezón fuerte en el glande, mi impresión fue inmediatamente, de espanto.

  • ¡!YA SE ME PEGO ALGO¡¡- pensé, muy preocupado.

Pero mi orgullo, mi triunfo, ese momento, no me lo podía bajar, olvide todo, con la comezón, simplemente me rascaba, nada mas, llegue a mi casa, y sentí pesadez en mi cuerpo, mis testículos me dolían.

Así, me dirigi al baño y obviamente, termine ahí lo que ese cuarto del hotel de la merced no pude.

Al dia siguiente, me cayo la cruda moral, ¿Qué había hecho?, ¿Por qué?, Sali de mi casa temprano, y fui a casa de uno de mis amigos, el que el dia anterior, había oído el disco de los rolling, y quien me dijo qu estaba sorprendido de mi decisión, de todos pensaría que lo hicieran, menos d emí, cosa que extrañamanete me halago, le conte lo de mi pene, pero me dijo que era normal, que so había usado condon, obvio le dije donde si y donde no, y como en ese tiempo se consideraba todavía una practica segura el sexo oral sin preservativo, dimos un plazo de quince días, para que si me salía algo, me acompañara al doctor.

  • Y ¿sabes con quien?
  • No pero un cuate si.

Pasaron los quince días, y aparte un mes, y no, afortunadamente, no me psao nada, pero me quedaba la cosa del SIDA, para lo que fuimos con el amigo de mi cuate, mismo que sin saberlo, se convertiría en uno de mis mejores amigos y compañero de aventuras: KAYOSAMA



Este gran amigo, le agradezco que me enseñara muchas verdades, pero que serán tema de otras entradas.

Lo raro de esta experiencia, y a la misma vez positivo, fue que extrañamente, me sentía raro, diferente, más seguro, ya podía hablar bien de nuevo, no me sentía triste, no me puse loco, depravado, como muchos cuentos chinos que me contaban, al contrario, las chicas, sentía que se fijaban de nuevo en mi, empecé a tener más amigas, más confianza, me relacionaba mejor, con mas fluidez y sin verme tan torpe y necesitado de amor, cuestión que me ayudo.

Pero, sin embargo, me sentía decepcionado, el tiempo me hizo ver que era necesaria mi ida a ese lugar, pero también, podía haber esperado o buscado algo mejor, el trato, de la "puchacha" la verdad era malo, no lo deseo como primer experiencia (a excepción del oral) pero sinceramente, a lo mejor una consulta al psicólogo me hubiera despejado aun mas que lo que hice.

Sin embargo, LA MEDICINA ALIVIO MI DOLOR, de no haber hecho mi inicio, feo, apresurado, riesgoso y sin amor, quien sabe como hubiera acabado, sin embargo, mi soledad continuaba, NO ME CURO el alma, pero de mínimo este placebo, aminoraba mi caminar, mi triste andar en lo que esperaba, a esa mujer que sería la correcta.

Y que espero, todavía, con calma y paciencia.



domingo, 5 de julio de 2009

LA MEDICINA NO SIEMPRE CURA, PERO ALIVIA EL DOLOR(parte 2)

  • Hazte mas para adelante
  • ¿Para que?-decia yo
  • Es que no me acomodo bien

Este dialogo lo tuve con Soraya hace tiempo, recordaba esa vez porque se recostó en mi espalda, para estudiar un rato:

  • Así, me gusta tu espalda es muy amplia.
  • Ja, nada mas no te vayas a dormir eh, que venimos a estudiar.

En la laguna de mis sentimientos, la confusión de mis pensamientos y la amargura de mi alma, sin percatarme y regresando a la realidad, había llegado caminando al transbordo de la línea uno en Pantitlan.

Inmediatamente después de este momento de recuerdo, los paseos con mi amigo de la adolescencia al Barrio de la Merced, vinieron a mi mente, sustituyendo mis recuerdos amargos con Soraya. Recordaba ver a las féminas de todo tipo, maduras, feas, realmente guapas, esos vestidos entallados dejando ver sus frescos pechos, los rosas, los azules y amarillos.

Y fue en ese momento, que vi mi cartera, en ella había muchos billetes de veinte pesos había reunido de los sobrantes de mis pasajes, tenía algo así como ciento ochenta pesos.

  • Me alcanza bien para ir al cine… o mejor aun…voy con las chavas, a tomar un café.

Pero otra idea cruzo por mi mente, se aceleraron mis pensamientos de deseo, mi corazón palpito mas rápido, sabia que me alcanzaba, ya nada me importaba, sin el amor de Soraya, cambiado en cariño por otra chica y sin ninguna chica que me interesara o le interesara, empecé a elucubrar el recuerdo de mi promesa, ya estaba decidido.. iria a la Merced a conocer que era estar con una mujer, en la intimidad, con un prostituta.

  • No, espera, que prisa tienes, no hay nada que te apresure- pensaba entre mi.

Pero el recuerdo de mis damas, golpeteaba mi cabeza, ya no tenia concentración, y de repente me entró una serie de pensamientos, que me hicieron sentir que la vida no importaba.

Sin embargo, conforme iba avanzando el metro, me iba poniendo trabas que interpusieran mi camino hacia mi cita con la "dama alegre" que me acompañaria en mi primera experiencia.

  • Si en el camino veo una señora con sueter rojo, antes de llegar a Moctezuma, me bajo en Moctezuma y me voy a mi casa.

Pero en el camino, la señora no llego aparecerse, llegue a Moctezuma y solo quedaban tres estaciones para mi cita con las damas de la noche.

  • Si alguna chica con tacones de color rojo o tenis rojos sube al vagón, me bajo en esa estación y me regreso.

Pero llegue a candelaria y esta premisa no se cumplio.

  • Si el tren se detiene mas 15 segundos en la estación merced, me bajo en Pino suarez y me regreso.

En mis adentros, no deseaba estar con una prostituta, anhelaba compartir ese momento con una bella dama, una chica que deseará estar conmigo.

Pero tambien mi mente divagaba, mis ideas no eran las correctas y me empezaba a sentir exactamente igual que cuando estaba en la voca, sin destino, sin medio, sin camino, ...y realmente no deseaba volver a pasar por lo mismo otra vez.

Llegue a la estacion Merced, y abriendo las puertas , yo ya estaba parado en la puerta del vagón, realizando la cuenta de forma mental.

  • 1..2..3..4..

Pero al querer llegar al cinco, oí el timbre que anunciaba el cerrado, salí del vagón, pero me quede de frente a la puerta.

  • Si se abre, antes de que termine la cuenta, entro y me voy.

Pero el metro avanzó, ineludiblemente hacia su destino, y yo iba indefectiblemente al mio.

Sali de la estación y estaba realmente obscuro, ya eran casi las nueve de la noche, las calles se veian lugubres, pero mis pensamientos solo buscaban escapar.

Decidi caminar primero hacia mi derecha, sobre la avenida que da uno como si fuera a manzanares, pase del otro lado, y empezaba a caminar, la calle estaba obscura, sin embargo no tenia miedo.

  • ¿Que me puede pasar?.. ya nada importa, si me matan, nada se pierde.

Pero un dejó de raciocinio vino a mí, mezclado con fantasia, una bastante lugubre: me imagine en el SEMEFO, tirado, en una plancha, inerte,... siendo reconocido por mis padres.

El solo pensamiento de verlos llorar a ellos y mi famila, así como saber donde me encontrarían, me hizo recapacitar y tener un poco de autoprotección hacia mi persona.

  • Iremos por la del frente, que es la mas iluminada.

Sin miedo, enfile a otro destino concurrido por mi amigo de aventuras, y para calmar mis nervios, iba tocando en mi mente la canción de Mick Jagger que habia oido en la mañana con mi mejor amigo.

  • In the beginning, when life was simple, we were at each other night and day, you were so sensual and so inventive...

Al compas de la sensual melodía de esa canción, llegue al "Callejon del Silencio" como comúnmente se le conoce, buscando una mujer que me agradara, sin embargo, al paso de una sola vuelta, realizada por las prostitutas de esa calle, y por continuas insinuaciones acompañadas de un "vas..vas.." y seguidas negativas de mi parte, decidi irme de ahi, pues no encontre algo que me agradara.

Camine sobre la avenida, y para nada observe algo que me llamara la atención, ninguna de las suripantas que estaba en dicho lugar, me agradaba para entregarme.

A todas les veia un defecto,..muy flaca, muy gorda, muy blanca, muy vulgar, muy pintada.

Pase del otro lado de la calle, en ella, veia mas mujeres, entalladas, provocadoras, pero ninguna realmente significativa para mis gustos.

Así llegue a la altura de una Iglesia, y no vi nada mas al fondo de la calle, por lo que cruce del lado de la misma y decidi regresarme.

Ya habia caminado, demasiado diria yo, mi corazon estaba a mil, mi mente continuaba divagando entre lo que estaba buscando y los pensamientos dirigidos hacia Soraya y Elsa, hacia todas las mujeres, y la canción de Mick Jagger de fondo.

Y al altura de un restaurante, alze la vista y fue que la vi

Era una dama bastante generosa de sus pechos, delgada, morena, peinada con perfilado(una forma de arreglarse que me atrae demasiado de una mujer) una minifalda verde y un par de piernas bastante bien formadas y simpatica de cara.

La canción paro, mi corazón se aceleró a un mas.. habia encontrado algo que me agradaba.

 

viernes, 5 de junio de 2009

LA MEDICINA NO SIEMPRE CURA, PERO ALIVIA EL DOLOR(parte 1)

Después de lo sucedido, simplemente me sentía solo, derrotado, estaba en la cúspide de ingresar a la mayoría de edad, tres días faltaban para ello, pero con lo sucedido con Soraya, y con esa lindisima y rellena criatura, me asaltaban en la noche ideas por demás locas.

- ¿Me quedare solo?, ¿Porque actuaron así?, ¿Escojo mal o de al tiro estoy tan gacho?.

Pero la que mas asaltaba mi cabeza, era Soraya, su recuerdo me golpeaba a mi cabeza de manera intermitente, recalcándome de manera cruel el destino que en ese momento me rodeaba, para colmo se acercaban los exámenes parciales de varias materias y no tenia cabeza para ellos, no me podía concentrar.

Todas mis amigas igual que yo estaban embebidas en la cuestión académica, por lo que la idea de ir a un paseo para un desfogue era ridícula, y fue así que esa noche me empezaba a golpear una pregunta.

  • ¿Que se sentirá ir con una prosti?

Durante años, la madre de mi mejor amigo trabajo para el IMSS, en una de las unidades médicas que nada más y nada menos, estaba ubicada en uno de los barrios más peligrosos de la Ciudad de México... LA MERCED.

Cuando éramos mas chamacos, íbamos de la escuela a el trabajo de su mama, a esperar que ella saliera, pues el riesgo era amplio, en lo que lo hacíamos tiempo, o de camino para el lugar, mi amigo me recomendaba ir a darnos un "buen taco de ojo" con las suripantas que ejercen uno de los oficios mas viejos del mundo, algunas de ellas era realmente llamativas, el lugar preferido de mi cuate era ir a el callejón de manzanares, pues había chicas que en lo que esperaban, te agarraban el "objeto" con singular alegría, dejando una mirada mórbida en aquellos testigos próximos a la acción.

Pero como comentaba, aunque era de verdad excitante, el que una mujer, a mi tierna edad, me deseara agarrar el "jostick", no me prendía la idea de ir con una de ellas, de entrada porque pensaba ilusamente que mi primera vez seria con una chica que me quisiera, y otra razón era el miedo a las enfermedades, sobre todo el SIDA.

Pero las ideas de un chamaco de trece años, a un futuro "ciudadano" cambian invariablemente, por las circunstancias, por el tiempo..o en mi caso, por los sentimientos.

Llegaba a mi mayoría de edad sin la novia que siempre desee, sin el amor de la chica que amaba, con mucho rechazo de propuestas y un rechazo directo, de lo mas próximo que veía como una salida, por lo que la idea me redondeaba la cabeza de manera constante. Realizando un dialogo en mi cabeza, casi como un loco:

  • No espera, aguanta, no hay problema, nadie se a muerto por falta de sexo.
  • Si pero se han muerto de soledad- pense entre mi
  • Quítate esas ideas-me respondía.
  • Todo te ha salido mal, que esperas.
  • No, no todo, no puede ser tan malo todo, se fuerte.

Intentaba convencerme de aguantar -Nada podía ser peor- pensé entre mi, sin embargo, el destino se encargo decirme todo lo contrario.

A la mañana siguiente, fui a casa de mi mejor amigo, llegue temprano.

  • Mira wey lo que me compre ayer- al decirme esto, me enseño un disco, en la portada estaba nada más ni nada menos que MICK JAGGER, de los Rolling Stones. La portada decia "WANDERING SPIRIT"
  • Es su nuevo disco como solista- me dijo mi amigo con singular alegría, tenía su signo de Mixup, le había costado casi los ahorros de un mes, pero al fin lo tenía.
  • Se ve chido wey, vamos a oírlo- le dije.

Así nos pusimos a oir el nuevo disco, y particularmente habia una canción que se oia muy melosa, una llamada "Swetest thing":



Estuvimos amplio rato platicando de pendejadas y mas pendejadas, hasta que se acercaba la hora de irme a la escuela, hable a mi casa, para avisar que me iba directo a la escuela, contestándome mi hermano.

  • Oye carnal, te hablaron por phone, una tal Lisa
  • ¿LISA?
  • Si ella.


Lisa (llamémosla así)era la gordita de hermosa risa, me extraño la llamada, así que me comunique a su casa:

  • Hola
  • ¿Hola, como estas?
  • Bien, solo te hablaba porque quisiera hablar contigo
  • ¿De que quieres hablar?
  • Mejor cuando te vea, te parece?


Su voz se oía alegre y a la misma vez rara, si no hubiera estado tan deseoso de verla, pensándolo mucho tiempo después hubiera detectado que me hablaba con cierto dejo de tristeza y a la misma vez de que me quería decir algo como : ponte atento porque te voy a decir algo que no te va agradar.

Salí de la casa de mi mejor amigo, y me dirigí a la escuela, solo preguntándome que me querría decir Lisa.

La respuesta sin esperarla, llego en el camino.

Al subir las escaleras del Metro La Raza, estaba ella, pero no estaba sola, sino con uno de mis cuatachos de la escuela, dándose un agasajo de aquellos entre ambos, yo solo me quede un petrificado, muy sacado de onda, mi cuate me saludo.

  • Qué onda May, estudiaste
  • Si, ahí mas o menos.
  • Ahí me pasas el examen no?
  • Te sientas atras de mi cabron
  • Va- me dijo el


Mi cuate ni siquiera se dio tinta de la mirada de sorpresa de Lisa cuando me vio, y yo solo la vi, a los ojos, la verdad me sentía de la tiznada, pero nuevamente mi orgullo me ayudo, sacando una sonrisa de flaqueza les dije.

  • Se nos hace tarde, vámonos.


Quien sabe que haya pasado, pero ellos se ve que llevaban tiempo fajando, y en lo que platicamos, ya solo nos faltaban cinco minutos para el examen, así que salimos disparados para la escuela.

Mi cabeza estaba nublada, reafirmaba en ese momento que yo simplemente no le gustaba a ella, pero la sorpresa me agarro de frente, con el puño desnudo, el destino me volvía a golpear, pero entre mi dije.

  • No, ahora no vas acabar conmigo, yo se que las cosas tienen un sentido y un fin, pero ahora no es tiempo de pensar en ello.


El maestro dejo la hoja del examen en mi pupitre, junto conmigo estaba mi amiga de aventuras, después me di cuenta que ni Lisa ni mi cuate se habían sentado atrás de mi, como dijeron.

Como pude, termine el examen, al salir el profesor mi amiga me pregunto que me pasaba, simplemente le dije que nada, pero su mirada reflejaba que no me creia, a lo lejos vi a Lisa salir del salón junto a mi cuate, mi amiga me dijo que si quería un refresco, simplemente le dije que mejor unos chicles de menta, pues la boca me sabia muy amarga, pero no tanto como el sentimiento que traía en mi interior.

Me senté en la mesa, teníamos un descanso, y me dije que debía meditar, ya lo había hecho antes, con excelentes resultados, respire profundo, limpie mi mente y me concentre en yo con el todo (disculparan la narración, pero esas son las bases que aprendí para dicha acción) así, Lisa se acerco a mi lado, mirándome, mi alma estaba más tranquila y le dije:

  • ¿ Que paso Lisa? ¿Que querías decirme que era tan importante?.
  • Pues mira, eso que viste, la verdad ya había terminado con mi novio, tu llegaste, me agradas, eres muy lindo, pero no puedo corresponderte.
  • ¿Y mi cuate?
  • Eso era lo que quería decirte, antes de que nos vieras, quería hablar contigo, no quiero que pienses mal de mi, pero me gusta ser sincera, no quiero herirte ni darte más esperanzas.
  • Lo se, pero como fue con lo de mi cuate.
  • Las cosas se dieron, me gusto mucho cuando lo vi, no lo había visto bien, se dio todo simplemente.
  • Se sincera, ya habías entablado una relación con él cuando estuvimos juntos ese día.
  • No, yo estaba triste y llegaste tu, me agrado mucho lo que me dijiste, me agradas, pero entiéndeme por favor.


Entre mi, me carcomia la amargura, así supe que no hay QUE ENTENDER A LAS MUJERES, solo quererlas, sin embargo interprete después que yo solo había sido una panacea en su vida, un producto de úsese y tírese, al menos ella intentaba sincerarse conmigo, muy lo contrario a Soraya.

  • Está bien, cuánto tiempo llevan de novios.
  • Ayer después de que te vi, en la tarde nos quedamos de ver el y yo y las cosas se dieron.


Mas amargura senti en mi corazón y un sentimiento de tristeza bastante fuerte me invadía, ¿Como podía ser que en un solo momento, en horas, la vida de una persona cambiara?, la persona que dice querer es otra, ¿cómo era posible que en cuestión de minutos, alguien obtuviera todo de una persona cuando yo solo obtuve un poco en días?

  • Te aprecio mucho, pero entiéndeme por favor.
  • Te entiendo, no hay problema, ni porque preocuparse.


Al decir esto, mi cuate se nos acerco, con cara de ya estuvo suave no?, yo simplemente me le quede viendo con una sonrisa que lo desarmo, Lisa se despidió de mi, tomo de la mano a mi cuate y se fueron a la puerta del salón.

Volví a concentrarme, respire profundo, medite y evite a toda costa demostrar que me estaba llevando la tiznada, acabe la clase siguiente, Lisa se me volvió acercar:

  • Ya te vas
  • Ya, no ves amiga que solo tengo tres clases
  • Ahh que recursaste verdad?
  • Si las dichas del burro no?


Ella simplemente se rio, yo le correspondi sonriendo y me despedí de ella con un beso en la mejilla, sabía que se acercaba a mi para ver como estaba, para que no descuidara mi escuela y sobre todo, para cerciorarse de que me fuera lo mejor posible, el verme sonriendo creo que la calmo.

Pero yo por dentro me estaba quemando, a pesar del hermoso gesto de Lisa, mi interior estaba hecho pedazos, era demasiado en ese momento, salí de la escuela temprano, mi cabeza estaba en otro lado, ya no queria saber nada, las palabras de Soraya golpeaban mi mente una y otra vez, como una verdad irrefutable:

  • NO ME GUSTAS, ¿ que no entiendes?, yo quiero un hombre no a un niño.- rebobina mi mente de forma recursiva sus palabras.
  • ¿Que hice señor?- me preguntaba- ¿que hice para merecer esto?, trate a alguien mal en mi anterior vida?, ¿es una prueba?, pero ¿que quieres probar señor?, ¿Porque?.


Las respuestas no llegaban, pasaron los minutos, y llegue a la estación La Raza, no quise bajar, no deseaba llegar a mi casa, no podia pensar, mi cuerpo no reaccionaba, mis pensamientos me golpeaban, y así las lagrimas escurrieron de mis ojos, con una amargura que solo el desamor puede otorgar, del que se sabe fracasado en uno de los deseos mas limpios y mas difíciles de conseguir: la búsqueda del amor.

Asi, llegue a Oceania, y me invadio una angustia terrible, que se confundía con el sabor salado de mis lagrimas y la mirada de la gente a mi alrededor, la verdad ya no me importaba nada.

  • ¿Para que esperar?, el amor no existe, no entiendes que no le puedes gustar a nadie, ya van dos veces que lo refirmas, entiende, ninguna mujer quiere estar contigo.-pensaba entre mi.


Sórdidos pensamientos de autodestrucción invadían mi mente, entre ellos los mas fuertes eran: el amor no era para mi, mi existencia no se justifica en este planeta, que puedo esperar de la vida.

Esa era la serie de pensamientos que me embargaban en ese momento.

De pronto, estaba en Pantitlan, entre mi decidí ir a Moctezuma para tomar el transporte, ya era relativamente tarde, pero no me importaba.

  • Voy a cumplir dieciocho años, que se sentirá estar con una mujer, haciendo el amor.
  • No seas imbécil, si ni una mujer quiere estar contigo, como quieres hacer el amor, ubícate- pense entre mi.


En ese momento, salto a mi mente, la decisión, los recuerdos de hace cinco años, las mujeres del Barrio de la Merced.

Mi mente no era la misma, de repente, se puso en alerta, empezando a elucubrar pensamientos obscuros, ya no de amor, ni deseo pasivo, sino los cuerpos entallados de esas mujeres, vestidas con ropa que dejaba poco a la imaginación.

Me recordé una promesa que había hecho...no llegaría sin conocer lo que es estar con una mujer en la intimidad a los dieciocho años, renunciando a ello siempre y cuando consiga una novia antes.

Obvio es decir, que la novia no llego y asi, la promesa empezó a revolotear en mi mente.

El inicio se auguraba, solo faltaba una decisión. La decisión final.





lunes, 1 de junio de 2009

CUANDO LOS VIEJOS DICHOS NO SE HACEN REALIDAD

Cuando era niño., mis mayores siempre referían etapas de su vida y problemas, con claras referencias que aludían al cotidiano vivir, mismos que se convertían en casi siempre, un hecho concreto.


Algunos de ellos, han sido llevados por su narrador, como directrices de vida, puesto que me han funcionado de alguna u otra forma, entre los más famosos son:

  • TRATA A LOS DEMAS COMO QUISIERAS QUE TE TRATARAN A TI.
  • EL QUE TIENE MAS SALIVA, COME MAS PINOLE.
  • EL VALIENTE VIVE HASTA QUE EL COBARDE QUIERE.
  • NADIE ENTIENDE EN CABEZA AJENA.

Pero desafortunadamente, después de la experiencia con Soraya, uno de ellos no se aplico a su servidor:

  • UN CLAVO SACA OTRO CLAVO.

Después de lo ocurrido con Soraya, su servidor quedo pendido de un hilo, solo, triste, sin embargo, entre mi pensé que no debía llorar por ella, ¿porque no buscar otra chava?, hay más, si y hay unas que me gustan mucho… mi admiradora… ella, donde andará.

Yesenia( la llamaremos así) era una chava alta, de pelo chino, con muy poca bubi, morena, bonitos ojos, y siempre que me veía, me sonreía y sostenía una mirada, misma que correspondía de la misma forma. Pero por estar con Soraya, siempre la relegue a un segundo lugar, pensando que tenía todo con Soraya.

Ilusamente pensé que tendría oportunidad con ella, pero las cosas, tal y como aprendí en la vida y en mi clase de física, nunca quedan estáticas, mi admiradora fue de la larga fila de chavos y chavas que desertan por falta de oportunidades, y se había ido atrabajar hasta Santa Fe, ni modos.

Así, procedí a realizar la búsqueda de otra chica, pero algo andaba muy mal con su narrador, de repente, todas las chavas, claramente notaba que me rehuían, y observaba que buscaban hacerme lo más rápido que fuera a un lado que no fuera cerca de mi.

  • ¿Qué ocurría?- Me preguntaba yo – ¿De al tiro estaba tan mal?, ¿en verdad era poco atractivo?

Pero mis ímpetus me marcaban seguir adelante, debía de hacerlo o moriría de tristeza (pensamiento que me daba vueltas en la cabeza una y otra vez), cada noche soñaba con Soraya, y despertaba con una lágrima en los ojos.

  • No estoy bien- Exclamaba.

La prioridad era conseguir una chica a como diera lugar, una novia de verdad, se acercaba mi cumpleaños, y dije que la mejor manera de olvidar todo lo malo, era tener a una chica a mi lado.

Cambie mi estilo de vestir, y procuraba ir mas a las fiestas, siempre hice amigas, amigos y nunca enemistades, pero de chicas para algo mas, simplemente nada.

Hasta que fije objetivo con una hermosa niña, que desde que entre al semestre anterior me encanto, curiosamente tenía un gran defecto físico que se critica ahora, y es que estaba realmente muy gordita, pero su piel morena, sus hermosísimos ojos, sus cara tan guapa y su risa… esa risa tan hermosa, que es del tipo que la oye un mortal y jamás la puede olvidar.

De entrada ya era mi amiga, pero decidí ir mas para lejos, le plantee mis intenciones, pero tristemente estaba muy enamorada de su novio..si el pinche novio de nuevo.

Así continúe, esta chica en verdad me interesaba demasiado, y un día decidí acompañarla, su servidor al principio se sentía bateado, ella me decía que quería a su novio,

  • No, yo si te quiero linda
  • ¿Cómo puedes quererme?, no me puedes querer porque no me conoces.
  • ¿Y es necesario conocer para querer a alguien?
  • Si
  • No, eso no es cierto, yo te siento en mi cuando te veo, tu esencia de vida es lo que me encanta.
  • ¿Cómo?
  • Todos los seres tenemos una fuerza que nos une con el todo, la tuya es como una hermosa fuente, es vida, placer y regocijo para el sediento.
  • ¡¡Qué cosas dices!!- Me respondió ella con una hermosa sonrisa.

Estuvimos un buen rato platicando y baste decir que fue ahí que aprendí que diciendo un par de palabras hermosas, bastante sinceridad e inspiración en la persona que a uno le interesa(y gusto por la lectura) para obtener cosas realmente sorprendentes.

Había conseguido lo que quería…tenia terreno y una esperanza se abría a mi vida.

Las pesadillas y sueños con Soraya disminuyeron, ya no amanecía con lágrimas en los ojos, tenía algo, no era novia, no me dijo que quería andar conmigo, pero era algo que me desprendía de mi tristeza, me apapachaba, quería estar a mi lado... al menos eso sentía.

Empezaba el cuarto semestre, era Agosto.

Realmente alegre, decidí hacer un regalo a esa chiquilla, tome un camino diferente al normal, con un poco de dinero que había reunido, decidí comprarle algo, no caro, solamente un presente, dirigiendome a una pequeña tienda papelería, que estaba del lado contrario de la escuela, vi unos chocolates, compre los mismos, junto con una muñequita pequeña, pague toda mi mercancia, la encargada me alcanzó a decir:

  • Suerte Joven- me sonrió la señora de mucha experiencia en la vida, con la complicidad de quien sabe a quién va dirigido el regalo, y con una buena intención de por medio.
  • Gracias- conteste, con una sonrisa tímida, sabiéndome descubierto.

Nervioso, pero con futuro, con la alegría de quien va a a la batalla, cierto de sus fuerzas, decidí salir hacia mi aventura.

Pero como aprendí muchas veces, las cosas no son como las novelas, los libros y la televisión nos han pintado.

Llegue al salón, y la vi sentada al fondo, triste, algo le pasaba, estaba rara:

  • ¿Qué tienes bonita?
  • Pues es que quería hablar contigo
  • Yo también quería hablar contigo- le dije sonriendo.
  • Mira, es que eres muy lindo, pero lo nuestro no puede…
  • ¿No te gusto? Eso me quieres decir verdad…

Esas palabras me salieron de forma automática, no las pensé, tiempo después de los sucesos leí que es un método de auto defensa contra el desprecio, pero refleja claramente una baja autoestima.

Y simplemente con ello, le di la puerta de escape a ella, por lo que asintió afirmativamente, mirándome de forma suspicaz.

En un momento, mi cabeza y mi corazón se volvieron a nublar y amargar, regresando a esa vez con Soraya, pero me contuve:

  • Está bien, mira no hay problema- le dije seriamente- para que veas que no hay resentimientos, te regalo esta muñeca y estos chocolates.

Je, solo de recordarlo, veo su cara retorciéndose de tristeza, como diciendo "soy una mierda", me acepto el regalo, pero trago saliva al hacerlo.

  • Cuídate linda- le dije, con la voz entrecortada.

Me retire rápidamente, volteando para verla sentada en la mesa, triste y tragando saliva.

Pero yo, estaba hecho pedazos, el destino me pegaba nuevamente, no tenía novia, era una ilusión y cuando quise concretarlo, ese destino me volvía a dar otra bofetada.

Era demasiado, muchos rechazos en poco tiempo, un solo acercamiento después de lo de Soraya, solo, sin desfogue, sin novia... sin amor.

Después de aquello, en tres días, solo tres días, se aproximaba mi cumpleaños.

Y AHÍ SUPE QUE UN CLAVO NO SACA OTRO CLAVO.

Las novelas nos repiten al cansancio, junto con algunos de verdad estúpidos libros, que el amor lo puede todo, si es sincero, que vence cualquier barrera, que puede contra todo, que siempre el que quiere obtiene lo que quiere.

Pero la vida real es otra cosa, si es cierto que las ilusiones, las fantasías, los ideales hacen al hombre, pero poco se habla de que no todo se ha de obtener en esta vida, materialmente es difícil, las derrotas se minimizan, los triunfos se exageran.

Por eso me encantan películas como "Barquillo de Limon", "La vida es Bella", "El Tigre y El dragón" y muchas de Bollywood, porque no son tan románticas en cuanto a su concepción de la vida, simplemente son finales, no todos alegres, no todos triste, pero son finales, al fin y al cabo, como la vida misma.

Pero a veces, el peso de la tristeza es demasiado, las necesidades de una persona también y cuando eso golpea tu mente, tu equilibrio se pone en peligro.

Y llegue a los tres días antes de mi cumpleaños, con la tristeza de no tener alguna persona a mi lado, y mermado, muy mermado, en mi autoestima.

Había que solucionarlo, pero en ese momento, mi mente estaba nublada.

Y creo que a cuestiones desesperadas, medidas desesperadas.

Aunque después, tal vez nos arrepintamos.


lunes, 6 de abril de 2009

LOS RECUERDOS HACEN AL HOMBRE, LO MISMO SEAN BUENOS O MALOS.

El titulo de esta entrada, refiere a una parte de mi vida, que anteriormente me comprometí a escribir y que ha sido, como casi todas mis vivencias con las damas, confusa, hermosa, triste y con lapsos de alegría que son inolvidables, pero tan breves como un suspiro, que da una bocanada de aire a mi aletargada vida.


Soraya(la llamaremos así) se portaba conmigo bien al principio, sin embargo, poco a poco me di cuenta que en realidad no era la típica chica buena onda que te topas en la escuela, sino todo lo contrario, pues era grosera con los compañeros, ególatra y muchas veces llego a ofender a manera de humillar a mis amigas y compañeros de escuela.


La vez que más recuerdo, fue aquella en que una amiga, que realmente no era muy agraciada por la naturaleza en cuanto a su belleza, en una plática, le comentó a Soraya que deseaba trabajar, y la critica que Soraya le dijo enfrente de mí fue innecesariamente devastante : "Ja, tú crees que te van a contratar, si no tienes nada de personalidad, ni siquiera tienes la altura necesaria", obviamente me le quede viendo con cara de "oye perra, no seas cabrona" pero con bastante dejadez de mi parte, mi amiga se me quedó viendo y se dio la vuelta, y yo me quede con Soraya, quien al momento de encararle el hecho simplemente me dijo que "habláramos de algo más importante".


Soraya, era una chava que se me hacia guapísima, hermosa, el hablar con ella, el oírla reír, verme a los ojos, hablar conmigo, me hacía sentir bien, me agradaba mucho su compañía, a pesar de la diferencia de edades (ella tenía 24 años y yo acababa de cumplir 17).


Sin embargo ante mí, se presentaba un "obstáculo": su novio, (y lo pongo entrecomillado, porque al paso de los años, he comprendido que nunca fue un obstáculo, simplemente nunca pude superarlo) y que como dije anteriormente, ella me había presentado con él, Soraya lo quería muchísimo, con planes futuros de matrimonio.


Como mencione. Soraya era bastante alzada, muy presumida, quería hacer y deshacer todo a su manera y no congeniaba con absolutamente nadie más que conmigo y otra amiga. No pocas compañeras deseaban con ahincó "romperle la madre" , casi nadie le hablaba, a tal punto eran las cosas que ella me comentó que se sentía apenada porque hizo llorar a una compañera (que más adelante se convertiría en mi amiga de aventuras y confidente), sin embargo en ese momento, yo no veía su carácter, a pesar de que incluso Soraya y yo tuvimos uno que otro altercado, el primero porque , acostumbrado convivir con mis amigas, le dije wey, fue bastante como para poder dejarme de hablar más de tres días, y ella se acerco después a querer hacer las paces, obvio es decir que acepte.


La segunda vez no recuerdo la causa, pero fue en ese lapso, en que note que me estaba (más bien me había) clavado con ella.


Un día en clase, nos hicieron pasar al frente de todo el salón, yo no le hablaba, pero sabía que le atemorizaba pasar al frente, y que no era muy buena en la materia que se estaba impartiendo (Física), no nos hablábamos, sin embargo, la vi al frente, confundida, yo estaba sentado atrás, con otros compañeros, y al ver qué pasaba ella, se le quedaron viendo, expectativos.


Soraya estaba impávida, no podía realizar la operación, y mis compañeros, resentidos con ella, empezaron a mofarse.


Yo estaba molesto, pero al oír las risas, sin pretenderlo, se escapo de mis labios en voz baja:


  • ¡Tú puedes amor! No les hagas caso, acuérdate de lo que estudiamos.

Soraya y yo estudiábamos juntos, cuando no peleábamos, se recostaba en mi espalda, me veía de cerca, me abrazaba y la acompañaba a la estación cerca de su casa: la estación San Joaquín del metro.


Pero no había nada, solo una compenetración que pensé no pasaba de mas, hasta ese día en que paso al frente de la clase, esas palabras surgieron dentro de mi sin desearlo, sorprendido del rumor que se me había escapado y que afortunadamente nadie había oído, salí lentamente hacia el baño, me moje la cara, procure calmarme y regrese al salón, ella ya había acabado su paso al frente de la clase, sin embargo, en mi interior sabia que ya yo había valido monja… me había enamorado de ella.


Al día siguiente, decidí procurar alejarme aun mas de ella, - al fin y al cabo, no me habla- pensé entre mi. Sin embargo, el destino siempre nos hace raras jugadas.


Al término de la primera clase, se me acerco y simplemente me dijo


- Todavía sigues enojado


- No, ya no.- la interrumpí- ¿Por qué?


- Es que me gustari…


- Hacer las paces, ¿Por qué no?- la volví a interrumpir.


Obvio es decir, por el dialogo anterior, que quien tenía más interés en que nos habláramos, era yo, GRAVE ERROR, que duramente fue aprendido posteriormente, creándoseme una máxima para mi vida:


JAMÁS Y NUNCA DEMUESTRES DEMASIADO INTERÉS EN UNA PERSONA, PORQUE NO SABRÁ EL VALOR REAL QUE TIENES NI EL MISTERIO QUE GUARDA TU PERSONA, TESOROS INVALUABLES EN TI COMO SER HUMANO.


Continuábamos con nuestra relación, obvio es decir que pensaba que ella no se daba cuenta que me gustaba, que me estaba enamorando de ella, que soñaba con estar con ella, juntos, besándonos… y si… haciéndonos el amor.


En las noches soñaba con ella, las encueratrices y las mujeres que tenía en mis posters ya no eran nada, mis compañeras (que había unas guapas) no eran nada, solo era ella y yo.


Como chavo que era, enamorado y sin ella a mi lado, soñaba con ella, viéndole en mis sueños, rezando por que estuviera bien. Por vernos al día siguiente.


Y paso un día, un día que ella llego llorando.


La vi entrar, con lágrimas en los ojos, me dijo que había terminado con su novio, la causa… ella no estuvo el día que su madre falleció.


Me dijo que ya empezaba a deteriorarse su relación, al oír esto, me vino una mezcla entre tristeza por verla llorar… y una alegría interna. Como la del niño que acaba de encontrar la caja de galletas, y no desea compartirla con nadie, ese tesoro, al fin era mío.


  • Campo libre -pensé entre mi.

Pero como considerar que el campo era mío, si ni siquiera le podía decir que la quería, que me agradaba, que la quería..Menos que la amaba.


Y como todo soñador, decidí jugar mi carta como simple observador, pensando que tarde o temprano, se fijaría en mi, que caminaríamos juntos, agarrados de la mano, pero ya no como amigos, sino como novios, ligados por un amor que yo esperaba afloraría en ella hacia mí, de la misma manera que yo la quería.


Decidí empezar con un paseo por la zona rosa, en un día que se mato clase, y no habría más que la ultima, tenía menos de un día que había terminado con su novio, me dijo que quería pasear, y propuse que fuéramos a la Zona Rosa, a ver los discos y las revistas y ¿porque no? A tomar un helado.


Ella asintió, pero no quiso que fuéramos ella y yo solos, por lo que invito a mis amigas.


A mí me valía, solo quería que ella fuera.


Y fue que nos largamos, no era la idea del paseo que quería con ella, pero el sentimiento que tenia, y solo que se hubiera animado a salir me hacia feliz.


Así estuve con ella, termino el primer semestre y empezó el segundo, y continuaba con ella.


Tres meses en los que me platicaba muchas cosas, me decía que quería trabajar, que no deseaba tener otro novio, pero que buscaba al que tenia porque lo quería y que el simplemente, le dijo que ni lo pensara, regresando a mi llorando.


Y así estuve, tres meses, me sentía feliz, alegre, un sentimiento que se durmió hasta estos días en que escribo estas palabras, jamás he vuelto a sentir lo mismo, a pesar de cosas que pasaron y que narrare en otro momento.


Pero a todo sueño, le viene un despertar, y a veces, este es bastante duro.


Como siempre, ese día pase por ella quien me recibió en salón con una sonrisa, y fuimos por un refresco, caminamos ese largo pasillo blanco, enmarcado por el jardín y dos edificios administrativos que estaban nuestro lado, pero inusualmente los dos estábamos muy contentos.


Caminamos y "cotorreábamos" reíamos tan alegres, una alegría tan jovial, soplaba una suave brisa diurna, que nos pegaba de frente y que jugaba con nuestro cabello, mismo del que hicimos referencia, y del que reímos pues nos considerábamos como "espantados".


Y fue que ocurrió:


  • ¿Oye te puedo hacer una pregunta?

  • Y yo una respuesta.

  • Nooo, ya en serio.


  • ¿Qué onda?


  • ¿Te gusto?


¿Cómo podía ser?, en mi ser sorprendido, pensé que había logrado mi fin, un calor intenso broto de mí ser, desde mi pecho, sentía una alegría inmensa, que no podía contener, sin embargo debía hacerlo, era necesario, porque si no empezaría a gritar:


  • ¿Porque lo preguntas?


  • Ya, dímelo.


  • Pues bien la verdad si me gustas, me gustas mucho.


  • ¿Y porque no me lo decías?


  • No sé, simplemente no podía.


La lógica del momento, era que ella asentiría recíprocamente, diciéndome que yo le agradaba, que estaba conmigo porque le agradaba estar junto a mí y yo le contestaría simplemente que si deseaba ser mi novia, la primera, la que compartiría mis primeras caricias, mis primeros besos y alegrías con una mujer y en mis adentros, pensaba y quería fuera la única.


Pero la lógica nunca se aplicado en el amor, y el destino hizo un magistral movimiento en mi contra, pues ella cambio su sonrisa por un rostro serio:


  • Que puedo decirte, pero la verdad no puedo ser tu novia.


El mundo cambio en un momento, mi ser sintió como el pecho se hundía, mi alegría de repente se torno en desesperación, en mis adentros, sacando palabras de flaqueza, emití las siguientes frases:


  • Vamos a intentarlo, no crees que podríamos hacerlo, que podríamos estar juntos.


  • No, no, eres mi amigo, simplemente no podríamos estar juntos, no te veo a mi lado, eres más chico que yo.


Era el fin, mi edad se volvió mi enemigo pensé entre mi, todas las expectativas que había puesto, los sueños, los deseos, se derrumbaban por un rio amargo en mi interior, la tristeza me estaba invadiendo, los ojos se me estaban tornando rojos y sentí que empezaría a llorar, pero ante todo, mi honor y orgullo me defendieron. Trague saliva, mire al cielo y voltee a verla para decirle en tono tranquilo.


  • Déjame acompañarte al salón.


Fui con ella, acompañándonos un silencio entre nosotros, respire profundo, mordí mis labios al mismo tiempo, iba mostrando una sonrisa en mis labios, e iba repitiendo en mi mente la fórmula del binomio al cuadrado recién aprendida en la clase de matemáticas hasta el cansancio, ninguna lagrima escapo de mis ojos.


  • Cuídate, nos vemos mañana- le dije, sonriendo.


  • Cuídate tú también.


Al verla entrar a su salón y cerrarse la puerta, no podía mas, entre corriendo al baño, me encerré en uno de los cubos y solté las lagrimas que estaba conteniendo, para después secármelas y esperar un momento, ya no había clase, y decidí tomar rumbo a mi casa, en el camino me tope con una amiga, misma que me vio llorando.


  • ¿Qué te pasa?- me pregunto.


Ella le hablaba muy bien a Soraya, y le conté todo lo que había pasado.


  • Olvida todo, no tiene caso, es parte atrás, ve adelante manito


Platicamos de otras cosas, que ahora no recuerdo, llegue a mi casa, cene como si nada hubiera pasado y llore y ore por Soraya hasta muy noche, pidiéndole a dios que fuera feliz, repitiéndome hasta el cansancio que las cosas ocurren por algo y que ella merecía algo mejor.


Pero al día siguiente, algo en mi me dijo que lo intentara, que reflejara ese sentimiento hacia ella nuevamente….y nuevamente el destino me enseñaría una lección inolvidable.


El plan era llegar temprano, hablarle con la verdad e intentarlo nuevamente, y ahí la vi, a lo lejos, sentada en las bancas del patio de la escuela, procure acercarme como si nada.


  • Hola, como estas


  • Bien, me contesto ella.


Hablamos de otro tema, y mi mente decidió preguntarle.


  • Oye con respecto a lo de ayer, quisiera decirte algo.


  • Que me quieres decir?- Esto lo dijo con un dejo de indiferencia muy pero muy marcado, rayando en la mamonez total


  • Es que mira, me agradas mucho, vamos a intentarlo, eres..


  • NO ME HABLES DE ESO, NO ME GUSTAS, SI QUIERES QUE SEAMOS AMIGOS, DÉJAME DE HABLAR DE ELLO O JAMÁS TE VOLVERÉ A DIRIGIR LA PALABRA, NO VES QUE SOLO ERES UN NIÑO, YO QUIERO A UN HOMBRE, ENTIÉNDELO.


Todo a mí alrededor, se desmoronó, me quede sentado junto a ella, sin decir nada, simplemente al lado de ella, en silencio, quien no volteo a verme, hasta que llegaron mis amigas.


Salimos a caminar, rumbo al salón de clases y yo solo iba a paso de zombi, sin saber ni entender lo que ocurría alrededor mío.


Era triste reconocerlo, pero había perdido, el destino me golpeo de lleno sin guante.


Esas palabras, destruyeron mi autoestima, me dejaron confundido, nada, pero nada me interesaba.


Después, según yo para aparentar, pensé entre mi en seguir las cosas, debía seguir mi camino, y decidí que con indiferencia debía de verla, pero la verdad ya nada mas lo hacía por no doblegarme, sin embargo, la seguía queriendo, pero sabía que jamás podríamos estar juntos, QUE NO LE GUSTABA, palabra que devasta hasta el corazón más experimentado, aunque sea en forma muy mínima.


Al día siguiente yo y una amiga fuimos por ella.


  • Hola- me dijo


  • Hola- le sonreí.


  • Vámonos ya, acompáñame a mi micro- me dijo sonriendo.


El decir ir al micro, reflejaba acompañarla hasta el metro san Joaquín, decidí hacerlo junto con mi amiga, pero le dije que solo hasta en el micro real… hasta metro La Raza.


Ahí en el camino, iba como zombi, de repente, me empezó a invadir un sentimiento de desesperación; ya no deseaba estar ahí, quería huir, pero decidí quedarme.


  • ¿Porque estas tan triste?- Me pregunto Soraya


En mis adentros, pensé que era una hipócrita, ella sabía perfectamente que la causa de mi dolor era ella, pero mi honor (o pendejez) pudo más.


  • ¿Por nada, como crees que pueda estar triste?- Le dije, y el cejo de su cara cambio.


Pero la verdad, la tristeza estaba devorando todo en mi ser, por dentro, sentía que cada palabra que decía se me iba el aliento, en mi corazón sentía una opresión no física, pero tan fuerte, que me golpeaba con tal fuerza, que mi cuerpo no respondía, mi mente quedaba absorta, pero por fuera procuraba sonreír, tímidamente, pero sonreír.


Y en el camino llego un pretexto perfecto…y macabro a la vez, para justificar la falta de atención, en la radio se suscitaba un suceso que cambiaria la vida de muchos mexicanos.


LE HABÍAN DISPARADO A COLOSIO.




Al día siguiente fui por ella, pero no estaba, lo mismo ocurrió por casi dos semanas, en las que seguía doblándome de dolor.


Mis amigas, me recomendaron muchas cosas, se reían decidiéndome si me había dado algo, porque estaba muy clavado y la verdad, ellas me decían que así, lo que se dijera una mujer hermosa, no era, que buscara otra.


Pasaron dos semanas, y un día me hablo por teléfono, conteste yo y no me negué. Me dijo que deseaba platicar conmigo.


Yo deseaba verla, pero a la vez, rehuía de ese deseo, sin embargo, me arme de valor y me quede de ver afuera de la escuela.


Llego temprano, la salude y empezó la plática:


  • ¿Cómo has estado?


  • Bien- le conteste- ¿y tu?


  • También, tu crees, me voy a casar- dijo esto con cierta suspicacia que reflejaba el deseo de ver cómo reaccionaba yo.


  • ¿Ah, si? Volviste con tu novio


  • No, ya no, tengo un novio diferente, tiene 39 años, es dentista, ya trabajo con él, gana muy bien y se ve que me quiere.


Entre mi, mi pecho volvía a sentir con más intensidad la amargura, y a la misma vez me hacia una infinidad de preguntas, unas lógicas y otras realmente absurdas: ¿Qué ganas con decírmelo?, ¿Por qué te empeñas en lastimarme?, ¿Sientes algo por mi?, ¿Te doy lastima? ¿Me quieres hacer caer?, ¿Me quieres? pero como dije, mi orgullo (o pendejez) pudo más:


  • Oye, que bien, y cuando te casas.

  • En dos meses- me respondió, con cara de sorpresa.

Por dentro estaba hecho pedazos, pero me había hecho el firme propósito de no demostrarlo, sin querer me había convertido en un estúpido dummie de golpeo.


  • ¿Y la escuela?

  • Pues él ya me dijo que siga estudiando, que me va ayudar.

  • Te tendremos mucho tiempo aquí, es bueno que se preocupe por ti y tu futuro.

  • Si verdad, y tu como estas..?


  • Bien, ya tengo novia ¿tu crees?


Alguna extraña razón, me llevo a decir esa mentira, salió sin pensarlo siquiera:


  • Ah sí ¿cómo se llama?


  • Teresa, vive en la florida


Efectivamente, teresa existía, vivía en una colonia en Ecatepec, y casualmente la conocí, nos agradamos, pero yo, en verdad en ese tiempo, la única que ocupaba mi mente, era Soraya, presumo que mencione a Teresa por tener el tipo de cuerpo que me agrada (menuda, chistosa, pero no gorda, de ojos bonitos) y por un escape del dolor que sentía en ese momento.


  • ¿Y la quieres mucho?


  • Si mucho


  • ¿Mucho de veras?


  • En serio, si la quiero.


  • ¿Y que dirías si te dijera que fuéramos amantes?


Me quede callado, serio, ¿Por qué me proponía algo así?, ¿Qué sentido tenía semejante proposición, SINO TE GUSTO?, mire al piso y después a ella:


  • No


  • ¿Pero porque?


  • Es que no.


  • La quieres verdad


Yo simplemente asentí, después de eso, la acompañe a su salón, y me fui.


Platicando con una amiga, cercana también a ella, me hizo ver algo realmente claro, por lo que no valía la pena estar con ella:


  • ¿Pero porque me dijo que fuera su amante?


  • Solo lo dijo para ver que decías, ya no tiene caso, ya acaba todo, sigue tu vida, busca otra chava.


Ahí me di cuenta, que efectivamente, debía de acabar, así, pensé en menguar las visitas, y dejar de verla, no pase en tres días a su salón y sine embargo no pude aguantar, fui, no estaba.


Y pasaba cada semana, hasta que acabo un mes, no la vi y hasta la fecha, jamás volví a verla.


Poco después, en mi estado letárgico, sin recuperarme del golpe, sin saber de ella, por pláticas de unas compañeras, oí que ella se había casado, que vivía en tlahuac, que no regresaría a la escuela y que fue a recoger sus papeles.


Estúpidamente, le recrimine porque no se había despedido de mi, ja, como si yo hubiera valido algo para ella.


Por noches, la llore, pensaba en ella, mi mente se confundía y angustiaba en el porqué de ese actuar, que había hecho yo, porque me había tratado así, si yo la quería.


Y fue que en esos momentos, me analice.


Yo era el que se había enamorado, yo era el que soñaba con ella, ella actuó como toda mujer ególatra, pero la verdad todo se descubrió, en mi dolor surgió la idea, SI HUBIERA HABLADO ANTES.


Si, HUBIERA, esa palabra que existe, pero que en los hechos no, y que deseamos muchos humanos, pudiéramos regresar un momento a corregir esa falla, ese error o esa palabra o actuar.


Aprendí una máxima para mi vida:


LOS SENTIMIENTOS CUANDO SON PUROS DEBEN AFLORAR INMEDIATAMENTE, NO LOS GUARDES PORQUE PUEDE SER DEMASIADO TARDE.


De haber dicho todo lo que sentía por Soraya DESDE QUE EMPECÉ A SENTIRLO, esa tarde que nos disculpamos, nada hubiera pasado.


Así mismo, aprendí JAMÁS INSISTIR DOS VECES A UNA MUJER, tal vez es demasiado drástico, pero me ha evitado muchos sinsabores en mi vida.


Sin embargo, lo más grato que recuerdo es ese sentimiento tan hermoso me invadió, esos paseos, la convivencia, el que se recostara en mi espalda, su risa, y su mirada, se quedaron como una rosa con espinas en mi corazón.


El tiempo paso, y se concretaron muchas cosas en mi vida, que platicarlas sale un poco del contexto de este blog, pero una noche, mucho tiempo después, sonó el teléfono, llovía con fuerza, tanta, que las goteras en el techo simulaban fantasmas vivientes, de grácil y bella figura.


Apurados como estábamos, mi familia en poner los muebles a salvo, tome el auricular.


  • Bueno?


  • Hola


Mi sangre se helo al oír su voz, era ella, Soraya, mi ilusión, mi triste y hermosa ilusión.


  • ¿Quién habla?- simule con gran dificultad

  • ¿Soy yo, no te acuerdas de mí?


Me invadía un sentimiento de alegría, nostalgia, pero a la misma vez, mi mente estaba en alerta, mi cuerpo se estremecía, pero mi familia estaba cerca, ellos jamás han sabido de lo que me ocurrió, y creo que no hay necesidad, a pesar de la gran confianza que tengo con ellos.


  • Ah, Hola que onda Soraya, como has estado?


  • Pues estoy manito, estoy..


  • Porque dices eso?


Al decirle eso, cambio el tema, la vida había pasado, ella ya tenía una niña y un niño, vivía en Tlahuac.


  • ¿Oye que padre?


  • ¿De verdad lo crees? – al decirme esto, me lo dijo con una voz entrecortada.


  • ¿Qué te pasa?


Lo que me dijo, fue realmente triste, su marido la golpeaba, no la trataba bien, la tachaba de gorda, de mantenida, de inútil, y tenía dos mujeres mas, mismas con las que ya tenía otros hijos. Las lágrimas le afloraron por teléfono, yo no podía llorar, pero procuraba consolarla, y deseaba que su dolor se esfumara.


  • Te quiero ver.


Su voz sonaba muy diferente, con una desesperación, deseando que asintiera, que dijera que ni tardo y ni perezoso, iría a verla, y la verdad, lo deseaba, en serio quería verla, pero un sentimiento de temor, me estremeció.


  • Sabes no puedo verte, es que tengo mucho trabajo.

  • Un rato aunque sea, vamos a Plaza Lindavista, yo te invito


  • No amiga, no puedo- Creo que esta frase la dije con bastante realce pues ella me dijo:


  • No importa, yo te hablare después.- menciono con una voz de decepción.


  • Cuando quieras, Cuídate.


  • Está bien, tu también- colgando con una voz entrecortada


Fue la última vez que supe de ella, no sé, tal vez se pudiera decir que la máxima, TRATA A LOS DEMÁS COMO QUISIERA QUE TE TRATARAN A TI, se aplico aquí, Justicia Divina le llaman algunos, Destino Forjado le llaman otros, pero lo único que se, es que esa llamada, sonaba como un nuevo inicio, pero la verdad, temí volver a caer, y aunque la quería todavía, decidí que todo lo que pudiera haber nacido entre nosotros, debía quedar en un hermoso recuerdo, y considero que tenerlo hasta la fecha, es mejor que llenarme el cuerpo y la mente de coraje y resentimiento.


Cada que el aire de Primavera, ese aire diurno, que golpea mi cara de frente, ineludiblemente me revoca al más breve y hermoso recuerdo que hasta ahora tengo de una dama y creo que tal vez será como todo lo bueno, imposible de olvidar.


Fue una experiencia hermosa y dolorosa a la vez, que comparto con ustedes, y una de las que provoco el inicio de las experiencias que narrare con gusto a lo largo de lo que dure este Blog, sonara tonto el riesgo, la experiencia, pero como dicen por ahi EL AMOR LO VALE Y LO ES TODO.




UNA MAXIMA PARA TU VIDA: A LA ESCUELA NO SOLO SE VA ESTUDIAR(PARTE TRES Y ULTIMA)

Como siempre, mi padre me acompaño el dia que inicie la Revalidación de materias en el Colegio de Bachilleres, mi madre, siempre preocupada, me pidio encarecidamente que volviera escoger el turno matutino para su tranquilidad. La verdad ya no deseaba pasar por los Siete Infiernos nuevamente, asi que cuando me dijeron que quedaria muy probablemente en el turno vespertino, a diferencia de la anterior vez, para nada interpuse queja o aclaración.

A la semana, fuimos por el preciado pase de entrada a plantel, asi como el Certificado de revalidación, en la sala de espera, recuerdo estaba una muchacha muy simpatica, que su nombre a quedado en el olvido, mas no su cara, que era bastante atractiva.

Me sente al lado de ella, por cuestiones de turno, un rato de silencio, cuando me pregunto:

-Tu vienes a revalidar tambien, ¿verdad?

Me sorprendio la pregunta, le conteste afirmativemente.

-Yo tambien, fijate que vengo desde......

Empezo con ello una platica bastante amplia, nutrida y bonita, nunca habia platicado tanto con una chica, de cosas que no fueran escuela, videojuegos y comida.

Hablamos de libros, de padres, de casas, de tantas cosas.

Mi padre, prudentemente, se alejo de mi, me dejo solo con ella.

Pasamos juntos, recogimos nuestros pases de escuela y Certificados, ella le tocaria la mañana y a mi la tarde.

Se me quedo viendo con cara de ni modos, porque habiamos entablado una buena platica.

Sin saberlo, esta chica me estaba dando la Bienvenida a la experiencia mas hermosa de mi juventud...el paso por el Colegio de Bachilleres Numero 2 “Plantel Cien Metros”

Jamas la volvia ver, pero era el augurio de las cosas que se acercaban a mi.

A la semana, habia ingresado a la escuela en mención, mi compadre(instigador en el cambio) desafortunadamente, tuvo que cambiar a una particular, por que ya era demasiado desmadre, sus padres lo habian cachado con una chica en pleno agasaje en la cama de él y ademas no respondia minimamente a querer hacer algo. Si hubiera seguido así, seguro embaraza alguna chamacona. Sin mi compadre haciendome compañia, me encamine a la escuela, con rumbo a saber que pasaba, armado por un Radio Portatil, que tenia forma de audifonos, marca General Electric, en las que sintonozaba una cancion en la desaparecida WFM 96.9 y oia a “EL ESTACA” y a “EDUARDO VIDEGARAY” diciendo una sarta de idioteces bastante amenas, así como una programación musical bastante acorde, al momento, pues pusieron una canción del Grupo llamado TEARS FOR FEARS, Break it Down Again, cancion que se convertiría en mi propio himno interno, sin saber que demonios decia.



Pero con la fuerte convicción de que vendrian tiempos mejores, aunque con un poco de miedo al principio, mi sentir en ese momento no se equivocaba.

El recorrido tenia una marcada diferencia de la mañana: aborde el microbus tranquilamente, sin gente, tome el metro con calma, y despues transborde a el metro la raza rumbo a la Estacion Politecnico, de donde saliendo se encontraba dicha escuela. Se acabaron las carreras y la desesperación.

Y fue ahi que la vi, en la escuela, nuestro salón, ella, la que cambiaría para bien y para mal el rumbo de mi vida, y que le daria sentido a mi existencia.

Recuerdo como iba vestida de rosa, una mini no muy corta, de pelo negro corto, un poco rizado, medias transparentes, ojos cesgados, iluminados por unos pupilentes de color azul, cara seria, rostro ovalado, nariz puntiaguda, delgada, atractiva.

Pero ese dia simplemente iba a estudiar, por la revalidación, solo cursaba tres materias (matematicas, Fisica y Quimica Uno en todas) por lo consecuente, salia temprano.

Solo una clase los Lunes, Miercoles y Viernes y dos los Martes y Jueves. Estaba tranquilo, sali sin despedirme pues no conocia a nadie.

Al dia siguiente, llegue a tomar la unica clase(era Miercoles) y la vi, la misma chica, sola, la salude a lo lejos y ella me pidio que me acercara.

Extrañado, le obedecí:

-¿Vienes a clase de siete verdad?- Me pregunto

-Si

-Ah, ya no hay nadie, el maestro dijo que no iba a venir y se fueron todos.

-Uhh de tan lejos que vengo y para esto

-Pues de donde vienes.

Habia empezado una platica, en la que supe que estaba esperando a su novio, que ella tenia veinticuatro años de edad, que su padre habia muerto hace tiempo, y que tenia mucho que habia dejado de estudiar. Pero deseaba hacerlo.

Platicamos de muchas cosas, de tantas que el tiempo se me fue rapido con ella, hasta que llego su novio, que me presentó con él.

Sin embargo, algo entre mi, al despedirme, me dijo que anduviera con cuidado, así que decidi al día siguiente sentarme lejos de ella.

Y ese era el plan, entre mi, dije que si la veia, la saludaria a lo lejos y me sentaria atras o en otro lado.

Al dia siguiente, la vi sentada, me saludo y yo iba rumbo para atras, cuando me agarro de la mano y me dijo.

-Sientate aqui, no me dejes sola.


No podia despreciar el gesto, se oia amigable. Y acogedora, noble.


Seguimos en la clase, me pidio que la ayudara, me presento a otras compañeras, que despues de un tiempo se volverian grandes amigas.


En menos de una semana, tenia una ola de amigas, varias invitaciones a fiestas, una admiradora y ... a ella junto a mi.


La escuela la sentia ligera, me sentia bien, capaz, contento, alegre, fuerte y sobre todo, entendia todo lo que se planteaba, estudiaba poco y aprendia bien.


Y lo mejor, la veia a ella.


Poco a poco, se me fue metiendo en el corazón, sin darme cuenta, me estaba enamorando de ella, encariñandome con una persona que pense, en ese momento, no lo sabria nunca.


Ella merece un capitulo aparte, pues fue el inicio.


Al paso del tiempo, comprendi la maxima que titula esta entrada.


El que diga que A LA ESCUELA SOLO SE VA ESTUDIAR, solo he podido sacar dos conclusiones, O ES UN PENDEJO, o ES UN AMARGADO FRUSTRADO.


La escuela es un campo de ENSEÑANZA, pero tambien de APRENDIZAJE, forma desde sus ciminetos a sus alumnos NO SOLO CON CONOCIMIENTOS, sino tambien CON LA FORMACIÓN DE VIDA, es decir, es el campo para el contacto con las experiencias humanas propias de la juventud, su PRIMER CONTACTO con lo bueno y lo malo de la sociedad Y COMO ENFRENTARLO.


LAS CALIFICACIONES NO SON EL REFLEJO DEL MEJOR ALUMNO, SOLO UNA REFERENCIA DEL EMPEÑO EN UN CAMPO DE LA VIDA, pues es ver el cuadro completo de la vida de una persona el que te hace ver si ese individuo vale la pena.


QUIEN DICE QUE A LA ESCUELA SOLO SE VA ESTUDIAR, regularmente he observado que se a perdido mucho de lo que en verdad vale la pena vivir, por necesidad, por tiempo, y lo a vivido en otro campo, PUES NO CONOCE LA ESCUELA o es un SER FRUSTRADO POR NO HABER INGRESADO o HABIENDO INGRESADO NO LO APROVECHO, algo en que me hubiera convertido si no hubiera cambiado el rumbo.


El CB2 es la mejor experiencia formativa y social que he tenido en mi vida, y recuerdo con cariño a mis amigas, compañeros y maestros, asi como las lecciones de vida que ahi aprendí, el valor de trabajar y estudiar y lo dificil que es, pero sobre todo un triste y bello recuerdo siempre sera ella, de cuyo nombre me reservo, pues se bien que si llega a leer estas lineas, sabra quien es.


Pero ella, como repito es materia de otro post, que abordare en otro momento.


Agradezco desde ya a letras traducidas, por la traduccion de la canción, efectivamente, el cambio rompio todo...y volvi a empezar.